TERCER CURSO

Parece mentira que lejos queda aquel día que iniciamos nuestra aventura por esos mares de la cultura. Nos iniciamos como grumetes en el barco del conocimiento sin saber de matemáticas, geografía, física, medicina, gramática, cine, historia, religión, derecho, informática, etc: estos cabos que sujetaban nuestras velas que debíamos inflar para su correcto avance y sin embargo ahora ya estamos divisando el puerto donde después de esta travesía cultural echaremos anclas y podamos disfrutar con los nuestros, contándoles nuestras batallitas.

Hemos conseguido ir superando las tormentas y adversidades, que por momentos nos desviaban de nuestro rumbo y nos dejaban en esos momentos faltos de fuerza y ánimos, para reiniciarlo y tomando de nuevo las cartas náuticas, la regla y el compás, que nos devolvieran al rumbo verdadero y seguro.

Hemos pasado por distintos instructores que nos parecieron buenos o mejores, con otros marineros a los que en ciertos momentos no encendíamos su proceder, hemos superados días de calma chica donde ni una leve brisa nos hacia avanzar y nos creaba desesperanza..... pero todo esto se disipa con el nuevo curso, porque al final nuestro Triana nos ha gritado la palabra milagrosa. ¡¡ tierra !! y ya nos vemos con la banda y música y con nuestro flamante uniforme de gala recibiendo las credenciales de buen marinero.

No todos hemos podido superar esta aventura y alguno de nuestros compañeros guardamarinas tuvieron que abandonar la aventura, por unas u otras razones, porque las adversidades de la mar son muchas y diversas. Para ellos queda nuestro recuerdo y deseando que en días venideros puedan enrolarse en otro buque escuela similar al nuestro y terminen su nueva travesía con éxito.

Ánimo
Un abrazo

Vicente.